CYCLE: TECNICA 
Por: Diego Becerra 

UNA RODADA POR LA HISTORIA

La bicicleta ha sido uno de los inventos más revolucionaros, trascendentes e impactantes en la humanidad. Algunos sugieren que su creación obedeció al deseo de intentar satisfacer una necesidad, otros, por lo contrario, inclinan su hipótesis hacia la evolución de lo que inicialmente fue un divertimento intelectual. Para mí, la bicicleta fue la respuesta al deseo de evolución de los seres humanos, fue la libertad posterior a la aceptación de nuestra naturaleza terrestre, fue en ultimas, la capacidad de hacer de nuestras piernas, alas, y de las carreteras, cielos que explorar.

Aunque se creía que Leonardo Da Vinci dio vida al primer boceto en papel de este invento, el investigador Alemán Hans-Erhard Lessing, demostró en 1997 que el diseño se introdujo en los documentos de Leonado a partir de 1961. Lo mismo paso con el Conde Sivrac y la invención del celerífero, un primitivo cuadro de dos ruedas y una cabeza animal, el cual se creyó que tuvo su aparición a finales del siglo XVIII, pero que autores como Max Rauck, Gerd Volke y Felix Paturi han desmentido y han atribuido esta fecha a antiguas rivalidades nacionalistas entre franceses y alemanes. Por lo tanto, si vamos a hablar de la historia de nuestra querida amiga de aventuras, tendremos que remontarnos a 1816, con el inventor y aristócrata alemán, Karls Dreis, el cual, creo lo que sería el primer vehículo dirigible de dos ruedas en línea. Una primera aproximación a la bicicleta, la cual fue nombrada como “máquina de correr” y que no tenía pedales, ni cadenas, ni frenos, pero que si tenía ruedas, sillín, manubrio, un cuadro y un sistema de dirección bastante complejo.

A partir de esta idea, que no paso de ser una máquina recreativa muy poco utilizada, surgieron posteriores diseños que permitieron mejoras como: la incorporación y evolución del sistema de pedaleo (Kirkpatrick Macmillan y Ernest Michaux) o la modificación de las ruedas (Robert William Thomson). La “Safety Bicycle”, una invención de Jhon Kempt en 1886, puede marcarnos una aproximación clara a lo que hoy podríamos denominar como bicicleta urbana, y la cual, se extendió rápidamente por el mundo industrializado, volviéndose cada vez un artículo más fácil de adquirir gracias a su producción en serie, un hecho que seguramente marco la posibilidad que hoy en dia la bicicleta aparte de tener propósitos recreativos, siga siendo utilizada como una herramienta de trabajo eficiente y de fácil acceso para todo el mundo.

Respecto a su uso deportivo, creo que el suceso más importante tuvo desarrollo en 1889 con los hermanos Olivier y su carrera en el parque de Saint Cloud, dando origen al ciclismo competitivo y a la “fiebre” por el mismo, una que aún se mantiene y que llevo desde ese momento a la búsqueda de máquinas cada vez más rápidas, más estables y más seguras, donde el peso es tal vez uno de los factores más relevantes que ha marcado la industria del ciclismo.

La bicicleta de montaña, esa que evoluciono para permitirnos disfrutar el verde de la naturaleza, la adrenalina de los descensos entre piedras y raíces, y la rudeza del barro y tierra suelta en búsqueda de las cimas más inhóspitas que albergan paisajes inigualables, tiene sus orígenes en 1933, cuando Ignaz Schwinn invento la Schwinn Excelsior, una bicicleta de gran robustez que muy pronto se hizo popular entre los repartidores de periódicos, y que solo hasta mediados de los años setenta fue “redescubierta” como una maquina ideal para descender, cuando algunos aficionados  en el condado de San Francisco en Estados Unidos crearon competencias de descenso por montaña.

Gary Fisher, uno de los pioneros del ciclismo de montaña, modifico su Schwinn, acoplándole un sistema de cambios de velocidad para otorgarle la posibilidad de también ascender. Joe Breeze, por su parte, comprendió que el secreto de las bicicletas como la Schwinn no estaba en el grosor de sus tubos sino en la geometría de su cuadro, iniciando la construcción de bicicletas con geometría parecida, pero equipadas con grupos más eficientes. A partir de allí, otros pioneros como: Chalie Cunningham y Tom Ritchey, Mike Sinyard, Tim Neenan, iniciaron su propio camino hacia la búsqueda de la bicicleta ideal para montaña, haciendo que de manera espontánea surgiera una nueva categoría de bicicletas: las “all terrain bike”, las cuales no tardaron mucho en lograr su protagonismo a nivel mundial,  haciendo gala de sus características tan particulares en el primer certamen mundial de ciclomontañismo en Estados Unidos en 1990 y haciendo su debut a nivel Olímpico justamente en ese mismo país cuatro años después, en los JJOO de Atlanta 96.

La intención de este recuento cronológico sobre los más importantes sucesos entorno  a la creación y evolución de  la bicicleta de montaña, no es otra, que el poder mostrar que detrás de esa amiga de aventuras existe una historia llena de personas entusiastas y aportes importantes que permiten que esta sea una maquina eficiente en el terreno para lo cual se ha diseñado, y que de la comprensión de los sistemas que la componen y su correcta ejecución, dependerá que podamos hacer de nuestras jornadas sobre ellas, una práctica excitante y lo más segura posible. En nuestra próxima columna sobre técnica, iniciaremos a ver los sistemas que la componen, su función principal, su correcta manipulación y consejos que permitirán llevarla cada vez más rápido, pero con menos riesgo. 

Fotos álbum familiar Martínez Celis