CYCLE: Nutrición
Este viernes nuestra columna nos trae por primera vez una temática indispensable si de rendimiento sobre la bicicleta queremos hablar. Diego Becerra nos llevará de la mano por los pilares que debemos conocer sobre ella y entre líneas nos invitara a reflexionar sobre la importancia actual que le damos en nuestro día a día.
CYCLE: NUTRICION Por: Diego Becerra
Pedaleamos con la boca
Siempre que voy a abordar con un atleta por primera vez algún tema relacionado con nutrición, me gusta iniciar con esta metáfora: “Una buena nutrición no asegura una medalla de oro, pero si hará la diferencia entre tener la posibilidad de lograrla o nunca tenerla”. Me gusta dejar claro con los atletas desde el inicio, que el rendimiento deportivo está lejos de ser dependiente de esa variable que por lo general preocupa a la mayoría de ellos, el peso. Y que este, aunque siendo un indicador importante debe perder importancia frente a otros como el aporte nutricional de aquello que se consume a diario, y que en ultimas determinará en gran parte el desempeño que puede tener el organismo a través del tiempo al afrontar una preparación deportiva con miras a mejorar el rendimiento sobre la bicicleta.
El rendimiento deportivo en las jornadas de ciclismo y la recuperación después de las mismas, mejoran mediante estrategias de nutrición correctamente seleccionadas. Al hablar de esto, me refiero a tener una directriz clara del tipo, cantidad y momento de la ingesta de alimentos, líquidos y suplementos en diferentes escenarios, como lo son las sesiones de entrenamiento y los eventos competitivos. Por eso, este eje temático de nutrición estará enfocado luego de generar unas básicas teóricas, a describir y generar recomendaciones a nivel nutricional para ciclistas recreativos y de rendimiento, las cuales sería importante que sean ajustadas por nutricionistas para contemplar los problemas específicos de cada deportista en función de su salud, las necesidades de nutrientes, las metas de rendimiento, las características físicas, las preferencias alimentarias y los desafíos propios de la cultura gastronómica donde se habite.
Para iniciar, considero importante abordar como tema principal de esta primera columna acerca de nutrición en el deporte, una serie de ideas que permitirán corroborar y unificar lo que aquí en adelante se exponga en las siguientes columnas. Lo primero que debemos saber es que las metas y necesidades nutricionales no son estáticas, la preparación deportiva, si es que obedece a una planificación, tendrá variaciones a través del tiempo en los componentes de la carga (volumen, intensidad y densidad, entre otros) y esto hace evidentemente que exista la necesidad de una nutrición periodizada, prestando importancia a las metas nutricionales generales, así como a las necesidades de cada sesión diaria de entrenamiento, que pueden ser de un nivel menor en caso de entrenamientos “suaves” o de un nivel relevante si son sesiones de “alta calidad”. Lo segundo que debemos conocer, es que los planes nutricionales deben ser personalizados teniendo en cuenta la caracterización de los eventos competitivos a los que se asistirá, las metas en rendimiento, las preferencias alimentarias, y la respuesta del atleta a diferentes estrategias nutricionales. Ahora bien, las estrategias nutricionales deberán tener dos orientaciones: la primera hacia el entrenamiento, la segunda hacia la competencia. La orientación de las estrategias nutricionales hacia el entrenamiento buscará adaptar el cuerpo para que desarrolle eficiencia metabólica y flexibilidad, por otro lado, la orientación de las estrategias nutricionales competitivas buscará satisfacer las demandas energéticas del evento (el consumo de energía en relación al costo energético del ejercicio, es el pilar para la salud y el éxito de las estrategias nutricionales) y sostener la función cognitiva.
Un tercer punto, es sobre la composición corporal, la cual si bien se asocia al rendimiento deportivo y uno de los objetivos importantes a nivel nutricional es el lograr que sea la ideal de acuerdo a cada disciplina ciclística, esta debe tener como punto de partida y análisis, el preservar la salud y el rendimiento a largo plazo, evitando situaciones de una disponibilidad energética demasiado baja y estrés psicológico. El cuarto punto, está relacionado con la interacción de la nutrición y el entrenamiento, estos dos aspectos si bien interaccionan de manera sinérgica en el cuerpo para desarrollar adaptaciones funcionales y metabólicas, y aunque el rendimiento dependa de un plan nutricional eficiente, las adaptaciones propias del entrenamiento pueden mejorar aun en ausencia del plan nutricional, y en este aspecto, los ciclistas y profesionales que lleven sus procesos, deben ser conscientes que entre más rendimiento se adquiera, más tiempo se transita en la delgada línea que separa el entrenar lo suficiente para lograr seguir aumentado el rendimiento y el evitar los diferentes problemas para la salud que puede traer el excesivo volumen de entrenamiento. El quinto y último punto que quiero poner en contexto, es la importancia que se le debe dar a la aparición de nuevas opciones de nutrición para el rendimiento gracias al desarrollo de evidencia de un alto grado de que la capacidad del cerebro de censar la presencia de carbohidratos (y probablemente de otros componentes nutricionales) en la cavidad oral puede disminuir la sensación de fatiga y aumentar las tasas de trabajo auto-seleccionadas por cada atleta. Esto hace necesario que tengamos en cuenta nuevas oportunidades nutricionales, como una ventaja metabólica que podría mejorar el rendimiento a través de un efecto en el sistema nervioso central.
Después de explicar brevemente estos cinco pilares que generan un marco de acción, es posible identificar que el reto en esta columna es alto, pero motivante. Ahora bien, se hace necesario un enfoque pragmático, en el sentido de darle prioridad a las consideraciones prácticas, además del enfoque profesional. Debemos ser pragmáticos a la hora de describir y generar recomendaciones sobre el consumo de suplementos y alimentos deportivos, entre otras cosas por el interés creciente de la comunidad deportiva, y frente a la evidencia de que algunos productos pueden ser de gran ayuda para el plan nutricional o la mejora del rendimiento deportivo. Sin embargo, la prioridad en esta columna, es dar a entender que el consumo de suplementos no compensará un déficit en los hábitos alimenticios, y que la clave del rendimiento se encontrará siempre en nuestro actuar proactivo y no reactivo a nivel nutricional. En ultimas, cada pedalazo enérgico y con brío es la expresión de un cuerpo lleno de vigor que busca libertad sobre una bicicleta.