Cycle: Técnica 5. Descender: Mas allá que un acto de fe
Cycle: Técnica
Por: Diego Becerra
DESCENDER: MAS ALLÁ QUE UN SOLO ACTO DE FE
En las dos últimas columnas sobre técnica, hemos hablado sobre el equilibrio, el desarrollo de la estabilidad y el sistema de frenado. Recordando un poco lo expuesto en estas, podemos decir que el equilibrio y la estabilidad son el pilar de una buena técnica. Sin embargo, el frenado es un aspecto muy importante en el que se debe enfocar la formación técnica, ya que tanto la seguridad, como en gran parte el poder ir más rápido, consiste en lograr un frenado eficiente en todo momento.
A partir de ahora, la idea es integrar estos aspectos (equilibrio, estabilidad y frenado) en diferentes situaciones propias de la práctica del ciclismo (descenso, ascenso, curvas, saltos, entre otros).
En la columna de hoy explicaré lo concerniente al descenso. En donde expondré los aspectos más importantes que se deben tener en cuenta a la hora de desarrollar sesiones de entrenamiento o buscar afrontar diferentes segmentos del trazado de un circuito en el que se competirá. Cabe resaltar antes de iniciar, que estas recomendaciones son una recopilación de las percepciones, que sobre este tema, tienen atletas con un rendimiento óptimo. Algunos de ellos competidores de eventos de orden nacional y algunos otros de eventos de orden internacional.
Los tres aspectos más importantes que siempre se debe tener presente en cualquier descenso son:
No perder la concentración en un descenso. Este aspecto se refiere a estar siempre atento al terreno, las diferentes características que vaya presentando y el ajuste necesario que hay que realizar a nivel corporal para afrontarlo. Es muy común que las caídas se den por una falta de atención a características del terreno y el desarrollar una maniobra incorrecta producto de una reacción tardía.
Control de la bicicleta. Este aspecto hace alusión a la necesidad que se tiene, de que el ciclista siempre busque hacer una lectura del terreno con sus brazos, distribuir de manera correcta los pesos sobre la bicicleta, y usar los frenos todo el tiempo de la manera descrita en la columna anterior (especializada, progresiva, justa, y sin derrapes).
Velocidad como consecuencia del control. El poder descender a una gran velocidad, debe de ser un proceso progresivo, en donde la evaluación del terreno a bajas velocidades al menos una primera vez y el referenciar el comportamiento de la bicicleta sobre el mismo, deben ser los aspectos fundamentales para posteriormente aumentar la complejidad del desarrollo del accionar por medio de la velocidad que se le imprima desde el inicio del descenso.
Los aspectos más importantes en cuanto a posición sobre la bicicleta en un descenso son:
Bajar el punto de gravedad. En los descensos es muy frecuente observar que los ciclistas tienen el concepto de pararse sobre los pedales para afrontar un descenso, cuando lo que debería desarrollarse es el desplazar el cuerpo hacia atrás, tanto como la inclinación del terreno y la velocidad de descenso lo exijan. Una buena postura es aquella que permite “aplanar” el tronco sobre la bicicleta y flexionar las extremidades (superiores e inferiores), permitiéndole a la bici
adherirse mejor al terreno y al cuerpo absorber los impactos. Cabe indicar que un punto sumamente importante es el permitir que el sillín pueda tener un tránsito fácil entre las piernas y el pecho, ya que será vital en el momento que la cuesta se incline y deba desplazarse la bicicleta hacia adelante.
Distribución de pesos. Como lo hemos dicho en el aspecto anterior, es importante entender que la inclinación del terreno y la velocidad del descenso harán que la distribución del cuerpo para darle mayor adherencia a la rueda trasera o delantera sea necesario. Por ejemplo, a una mayor velocidad con que se desarrolle un descenso, mayor adherencia de la rueda delantera será necesaria para mantener la dirección y/o la capacidad de frenada.
Mirada de barrida continua. La mejor forma de aumentar la seguridad en el descenso y el tiempo de reacción frente a los obstáculos, es el mantener una mirada proyectada hacia el frente. Esto quiere decir, detectar los puntos complejos del descenso, tomar una decisión sobre la línea a tomar con respecto a ellos y enfocar nuevamente la mirada proyectada en el próximo sector que se encuentra al frente.
Agarre de manubrio y frenos de manera óptima. El freno que principalmente detiene la bicicleta es el delantero, no el trasero. Sin embargo, el freno trasero siempre debe ser quien asista para dar seguridad y eficiencia al frenado. En este orden de ideas, como lo vimos en la columna anterior, el balance de frenada entre los dos, dependerá de cuánto necesitemos solo disminuir la velocidad o detener por completo la bicicleta. La distribución de los dedos entre manubrio y freno deberá ser la siguiente. Dedo meñique y anular se encargarán del agarre del manubrio, mientras el índice y el dedo del corazón (o medio) tendrán como tarea principal el darle potencia al frenado, siendo el índice el que deberá siempre ir sobre la maneta de frenado.
Aspectos importantes cuando el descenso es de una gran pendiente:
Entrada al descenso. Velocidad media o lenta, posición retrasada (sillín entre las piernas o un poco más adelante). Uso del freno trasero en mayor proporción, posibilidad de bloqueo de rueda trasera si este descenso es en línea recta.
Control de bicicleta. La bicicleta no generará un deslizamiento hacia algún lado, ni buscará irse hacia al frente, siempre y cuando la posición del cuerpo este compensando en todo momento la disminución de la velocidad y la inestabilidad que produzcan el terreno y el frenado (cuerpo atrás y siempre alienado). La velocidad de descenso estará controlada en primera instancia por el freno trasero y posteriormente por el freno delantero cuando la tracción trasera disminuya considerablemente. Importante nunca llegar a bloquear la rueda delantera por más disminución de la velocidad que se quiera lograr.
Postura atrás no significa bloqueo adelante. Como se ha indicado desde el inicio, una postura eficiente para descender no inicia por una parada en pedales sobre la bicicleta, sino un ligero retroceso de la cadera frente al sillín, sin embargo esta postura no debe lograrse por una extensión total de los brazos sino por una mayor extensión (no total) de las piernas y una postura más “plana del tronco sobre la bici, permitiendo que los brazos aún se encuentren semi-flexionados para poder manipular el manubrio y darle dirección a la bicicleta.
Ejercicios individuales sobre bicicleta:
1. Aceleración en terreno plano por un espacio de 20 mts y búsqueda de frenado con ajuste de postura de compensación de perdida de velocidad (cuerpo atrás, brazos semi-flexionados). Desarrollar el ejercicio con freno delantero, posteriormente freno trasero, al final, combinación de ambos.
2. En descenso no pronunciado y sin obstáculos, descender con postura de compensación exagerada. Desarrollarlo inicialmente manteniendo una velocidad constante de descenso con freno trasero, posteriormente con freno trasero y asistido del delantero.
3. En descenso no pronunciado y sin obstáculos, permitir en la mitad del mismo generar un aumento de la velocidad y buscar en la segunda mitad una desaceleración desarrollando una postura de compensación ideal para el nivel de disminución de velocidad aplicado. Hacerlo con freno trasero inicialmente y posteriormente con freno trasero y asistido con el delantero. El aumento de la complejidad del ejercicio estará dado por la velocidad permitida en la primera parte del descenso o la distancia objetivo para lograr una frenada completa.
4. Hacer los ejercicios 2 y 3 en un descenso más vertical, pero sin obstáculos.
5. Hacer los ejercicios 2 y 3 en un descenso pronunciado y con presencia de obstáculos (raíces, piedras, etc). Aumentar la complejidad de los ejercicios con el aumento del tamaño de los obstáculos
6. Hacer los ejercicios 2 y 3 en un descenso que necesite cambiar de dirección (curvas) y mantenga la misma inclinación o presencia de obstáculos.
7. Aumentar la velocidad inicial de los ejercicios 4 en adelante, y mantener o recortar los tiempos de frenado.